Barco ballenero de Nantucket que se dedicaba a la pesca del cachalote.
Hubiera llegado sano y salvo a puerto casi con toda seguridad de no haber sido por el brutal comportamiento del piloto, Radney, y por la venganza provocada de Steelkilt, un laguero y maleante de Buffalo.
Presentación de los personajes, Abel y Caín:
Steelkilt era como nacido y criado en el océano y tan audaz marino como el que más. Aún cuando tenía mucho de demonio, hubiera podido ser durante mucho tiempo inofensivo y dócil si se hubiese empleado con él firmeza atemperada por esa decencia humana a que tiene derecho hasta el más despreciable esclavo.
El marino más atlético de todos.
Un cerebro, un corazón y un alma que hubiera hecho de él un Carlomagno.
Radney era tan vengativo y rencoroso como un marino de los grandes lagos. Cierta bondad de corazón.
Tan feo como una mula, y tan rudo, tan testarudo y tan malévolo.
...pero la suerte de Radney estaba echada.
Celos de Caín:
Ocurre con frecuencia que una persona a la que se ha dado mando sobre sus semejantes encuentra a uno de ellos superior a él en orgullo varonil general. Inmediatamente concibe una antipatía y una amargura indomables contra él.
Ofensa de Abel:
...se gastaron no pocas bromas a expensas del piloto.
"Pero es un pobre infeliz ese Rad, y una preciosidad por añadidura".
Abuso de autoridad:
La orden acerca de la limpieza fue dada expresamente para insultar a Steelkilt, fue como si Radney le hubiera escupido al rostro.
...Repitiendo su orden, a la vez que con un mazo en la mano, avanzaba hacia el laguero, que seguía sentado. ...sacudió el martillo a pocas pulgadas de sus narices, ordenándole furiosamente que le obedeciese.
Incumplimiento y amenaza:
Señor Radney, no le obedeceré. Retire su martillo o sufrirá las consecuencias.
Fatum o destino:
Pero el imbécil aquel estaba destinado a morir, por lo visto.
Cumplimiento de la amenaza:
El martillo rozó la mejilla de Steelkilt inmediatamente. Un instante después, el piloto tenía la mandíbula destrozada.
Amadeus busca refuerzos:
El canalero resultaría un magnífico héroe dramático, de tan abundante y pintorescamente malo que es.
...los dos canaleros se lanzaron a la pelea e intentaron sacar de ella a su compañero.
Presentación del Capitán:
...teniendo buen cuidado de no acercarse adonde pudieran tocarle a él...gritando a sus oficiales que sujetaran de una vez al canalla.
...picando en el centro de la revuelta con su lanza, procuraba dar con ella al objeto de su resentimiento.
Peligro de amotinamiento:
Steelkilt dio a comprender claramente al capitán que su muerte sería la señal para que toda la tripulación se amotinara y llevara a cabo una matanza.
El capitán desistió un poco, pero siguió ordenando a los insurgentes que volvieran a su trabajo.
Negociación:
¿Promete usted no tocarnos si lo hacemos?
¿Queréis hundir el barco dejando de trabajar en momentos como éste?
Ni uno solo de nosotros se pondrá a trabajar mientras no jure que no levantará una mano contra nosotros.
Capitán, ande con cuidado. Olvídelo todo. Estamos dispuestos a volver al trabajo. Trátenos con decencia y somos hombres suyos; pero no estamos dispuestos a dejarnos azotar.
En lugar de matarle y correr el riesgo de ser ahorcado por bribón semejante, no alzaremos la mano contra usted a menos que nos ataque.
Doblegar a los insurgentes:
Os tendré metidos ahí hasta que os hartéis. Echó la llave a los diez hombres. Sobre cubierta unos veinte o más que, hasta el momento, habían permanecido neutrales. Se les descolgó agua y se les echó un puñado de galletas. No resistieron la fetidez de la atmósfera y la dieta. La quinta mañana salieron tres amotinados más. Ya no quedaban más que otros tres.
Traición:
Steelkilt propuso a los dos canaleros que hasta entonces habían estado de acuerdo con él, el salir de su agujero armados con sus afilados cuchillos y adueñarse del barco. Por su parte, dijo, lo intentaría aunque ellos no quisiesen ayudarle. Juraron estar dispuestos a eso...siempre que no fuera entregarse. Cada uno de ellos insistía en ser el primero en salir para aprovechar las pocas probabilidades que hubiese de ser perdonado. Se participaron el uno al otro sus intenciones, y cuando su jefe se quedó dormido, le ataron y amordazaron, llamando al capitán a voz en grito a medianoche.
El castigo impuesto por el capitán:
A los que se habían rebelado, teniendo en cuenta que habían depuesto su actitud, les perdonaría.
A los otros tres, los colgaron de las jarcias.
Los dos traidores alegaron haber inutilizado a un hombre que estaba dispuesto ya a cometer asesinatos a mansalva. Empezó a descargar golpes sobre la espalda de los dos traidores.
Si me toca, ¡le asesino!
No lo haré. Soltadle. Descolgadle.
Venganza de Caín:
El piloto Radney podía y estaba dispuesto a hacer lo que el capitán no se atrevía a llevar a cabo, cogió la cuerda y se acercó a su enemigo. Cumplió su palabra, a pesar de la amenaza de Steelkilt.
Digresión:
Pero un verdadero capitán no puede permitir eso. Primero, porque supondría entregarle autoridad a quien no la tiene y, segundo, porque sería como admitir su cobardía ante toda la tripulación. Haz tú lo que no me atrevo a hacer yo. Se lava las manos. La entrega al pueblo para que sea sacrificado.
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