Ahora, cuesta abajo en mi rodada,
las ilusiones pasadas
ya no las puedo arrancar.
Sueño con el pasado que añoro,
el tiempo viejo que lloro
y que nunca volverá.
Cuando te hablen de amor
y de ilusiones
y te ofrezcan un sol
y un cielo entero
si te acuerdas de mí
no me menciones
porque vas a sentir
amor del bueno
y de ilusiones
y te ofrezcan un sol
y un cielo entero
si te acuerdas de mí
no me menciones
porque vas a sentir
amor del bueno
Yo he crecido escuchándote, Chavela.
Ella te escribió un mensaje, una carta preciosa, una declaración de incondicional.
Ella se refugiaba en ti y tú la llamaste “Mi niña” y la abrazaste.
Me queda el recuerdo de los conciertos: Sevilla, Madrid, Jerez.
La suerte de haberte conocido y haber conversado en La Residencia y en Cádiz.
Ya sabes que de mí no te vas. Imposible. Tendría que nacer de nuevo.
Tu voz está ligada a mis recuerdos como la sal al pan.
Fue un milagro que volvieras.
¿Cuándo volveré a escucharte sin dolor? ¿Acaso es posible?
No hay comentarios:
Publicar un comentario