sábado, 7 de noviembre de 2015

Portador de buenas noticias

Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía.
John Ruskin


Estos son mis apuntes sobre la película Monsier Lazhar. No sigas leyendo si aún no la has visto:
Utilizar el silbato para interrumpir las acciones disruptivas en lugar de llamar al alumno por su nombre.
Madame Vaillancourt, la directora del colegio: Nadie quiere venir [como sustituto] después de lo ocurrido.
Madame Dumas, la profesora que se ocupa por un día del control de la clase: ¿Qué hago si alguien se pone nervioso?
En una situación así, lo normal es que el profesor recurra a la asistencia del psicopedagogo del centro. En cualquier caso, ¿tan difícil resulta ponerse en la piel de uno de esos niños? 
Madame Vaillancourt: Shanel ha tenido pesadillas y se niega a venir. Hoy es su último día.
Los padres han decidido cambiarla de colegio. No enfrentarse al problema sino eludirlo.
Simón le ofrece una fotografía de la profesora a Alice y ella la rechaza: Deberías habérsela dado a ella para pedir perdón.
Monsier Lazhar visita a su abogado y le pregunta: ¿Te han mandado compota?
Son las cosas de mi mujer.
Discúlpame
No pasa nada.


Nadie quiere hablar de un suceso trágico pero, lo cierto, es que todos tienen necesidad de expresar sus sentimientos para asimilar lo que ha ocurrido.
Monsier Lazhar se mantiene permanentemente ocupado [con la mente ocupada en otra cosa] incluso cuando hace gimnasia, para evitar el recuerdo doloroso y enfrentarse a sus fantasmas.
Los niños tienen menos recursos para asimilar lo que ha ocurrido. Una profesora de primaria ocupa un lugar importante en la vida de un niño. Es alguien que no sólo se ocupa de enseñar materias educativas [contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales], sino que comparte y dedica mucho tiempo al día y durante largos períodos a sus alumnos. Puede decirse que, después de los padres, son los adultos que mejor conocen o debieran conocer el carácter, las aptitudes, las habilidades, el comportamiento de los escolares. Y como adultos, desde luego, ofrecen un modelo a seguir para el niño. Representa o debiera representar una figura a la que se debe respetar. No porque represente a la autoridad en el aula sino porque el maestro merece respeto como cualquier otra persona y porque es magister, porque enseña [la ciencia, la materia] que sabe.
Es complicado ser maestro porque al menos hay tres figuras a las que como docente debes satisfacer: Dirección del centro, alumnos y padres de alumnos. Los intereses no son los mismos en unos y otros. Y hay que hacerlos compatibles.
Pero en el aula se vive. Y el colegio es una escuela para la vida. No se trata solo de obtener el título de graduado escolar o de bachillerato o de lo que sea. Se trata de aprender todo aquello que puede ayudar a vivir bien y mejor. Y, en esa tarea, maestros y padres tienen que hacer equipo y trabajar conjuntamente, lo que no siempre ocurre. El reconocimiento y el respeto no siempre se producen, lamentablemente. De todo hay: maestros sin vocación, padres sin vocación, niños desorientados y desatendidos, excelentes educadores y padres implicados en la educación integral de sus hijos, no solo preocupados por la nota o en el momento en el que se les informa de que sus hijos tienen un déficit o van a repetir curso.
Monsier Lazhar le da una colleja a Simón, el niño fotógrafo, por lanzar algo contra una alumna.
Marie-Frédérique protesta: Debería disculparse con Simón. No estamos en Arabia Saudí.
Bajo mi punto de vista aquí perdió una buena ocasión para disculparse e iniciar un diálogo sobre derechos civiles. Qué derechos se reconocen en Canadá que no se contemplan en otros muchos países. [Monarquía absoluta, teocracia, Sharia, libertades fundamentales prohibidas o restringidas].
Algunas veces se pasa por alto que el alumno también juzga y evalúa al profesor. Con 12 años los chavales ya tienen sentido crítico y pueden dar fundamento a sus juicios.
Esta niña tiene razón. No es correcto dar una colleja pero ¿por qué no dice nada cuando Simón insulta a un compañero de la clase [lo llama “retrasado”]? Prácticamente todos le ríen las gracias cuando saca su cámara de fotos o le tira la gorra a su compañero. Advierten que Simón se comporta mal, pero lo pasan por alto. La única persona que le censura y trata de ponerle freno y hacerle recapacitar es Alice.
La psicóloga a Monsier Lazhar: preferiría que el profesor no estuviera presente para separar la psicoterapia de la pedagogía. Así los alumnos hablarán con libertad.
Ésta sí que es buena. Separar la psicología de la pedagogía. En la mayoría de los casos, al maestro le toca ser psicólogo y, en algunos, hasta asistente social.
Reunión de profesores varones en el pasillo: Esto es una feminocracia.

La ley prohíbe que un profesor levante la mano a un alumno. Ningún contacto. Nada. Tolerancia cero.
La ley también prohíbe que un profesor pueda medicar a un niño. Por ejemplo, darle una aspirina para paliar su dolor de cabeza.
Interesante ver cómo hablan los niños sobre los adultos y cómo hablan los adultos sobre los niños. Cómo se dirigen a ellos, si lo hacen o no con respeto. Generalmente, no se trata a los niños de doce años como adultos. Monsier Lazhar, y no es el único, tiene problemas para adecuar su vocabulario al de los chavales de esa edad.
Una de las profesoras, en un momento de tensión asevera refiriéndose a Simón y en su presencia: Este niño no es normal.
No dice: su comportamiento no es correcto. Juzga al niño, no su comportamiento.


Él mismo dice: Me preocupan los niños. Siempre los imagino como adultos que siguen hablando como niños.
Hay un tema clave en la película: el de la libertad de expresión. Hay una identificación de Monsier Lazhar con sus alumnos en base al drama personal que él mismo está tratando de superar.
-Las amenazas eran contra su mujer, ¿verdad?
-Sí, tras la publicación de su libro.
-Ya no estamos en los noventa. Argelia ha vuelto a la normalidad.
-Argelia nunca es totalmente normal.
-El libro critica la política de reconciliación nacional. Amnistiaron a muchos criminales y asesinos. Y cuando una mujer alza la voz molesta.
_Ella debía irse a Tunez con los niños escondida en un camión de reparto. Esa noche el piso se incendió. Por fuerza, alguien tuvo que enterarse. Todos fueron asesinados.
Esto me recuerda algo importante que leí en El aprendizaje de la creatividad de José Antonio Marina:
Para fomentar el talento y la creatividad de los niños es esencial que los profesores [padres también] generen ambientes de comunicación donde los alumnos [hijos] se sientan acogidos, estimulados para que expresen sus opiniones, emociones y sentimientos y que éstos se asuman como parte del proceso de aprendizaje, es decir, el profesor debe propiciar una relación con los alumnos en la que se sientan libres para preguntar, para generar opiniones diferentes, estimular la participación, donde todos los alumnos tienen los mismos derechos y no penaliza el error, sino verlo como un componente más del propio aprendizaje. Esto último es de mucha importancia.” [Klaus K. Urban]
¿Por qué se castiga a Simón por el episodio de violencia con Víctor? ¿Es un tratamiento adecuado del problema? No se analizan las causas del incidente. Se decide una penalización y que le trate un especialista. No son necesarios tantos especialistas. Sólo se trata de aplicar el sentido común. La Dirección del centro no está tratando el incidente de la manera adecuada. Se ha pedido silenciarlo, blanquearlo todo, hacer como si no hubiera pasado, cualquier cosa que se dice se torna una ofensa hacia la profesora, una falta de respeto...


Me gusta especialmente la escena en la que Simón y Alice exponen sus trabajos de clase sobre el colegio. Uno habla de los graffittis y la violencia. Ponen barrotes para evitar el vandalismo, dice. [Visión de la escuela como una cárcel, como una guardería. Te encierran y custodian hasta que vuelven tus padres a buscarte.]
La visión de Alice: Mi madre decía que la escuela era bonita. Yo la encontraba correcta. Seis años después yo también la encuentro bonita. Nos cuidan. Hay niños agresivos e hiperactivos. En esta bonita escuela es donde Martine se mató. Estaba decepcionada de la vida. Lo último que hizo fue derribar una silla de una patada. Cuando somos violentos se nos castiga pero a Martine no la podemos castigar porque está muerta.
[La escuela tiene una parte de instrucción, de domesticación, de aprender buenas maneras y controlar las emociones. Alice juzga que Martine no se ha comportado de un modo correcto. No ha sido capaz de superar un estado crítico de frustración. Tiene una visión del suicidio como debilidad. No ha sabido hacer frente a una situación desesperada.]
También se menciona la importancia de la expresión del duelo.
No es posible tener una relación aséptica profesor-alumno. Tiene que haber una implicación. No puede dar igual que el niño aprenda o no, que no te afecten sus circunstancias personales.
Profesores y alumnos son personas y lo personal se lleva a la escuela. No se trata de que el profesor vuelque al alumno y le participe su drama personal. Lo personal es una mochila que arrastramos adonde vamos porque no somos máquinas. Nos mueven los afectos. Tenemos sentimientos y debemos expresarlos.
Monsier Lahzar pide permiso a Madame Vaillancourt para publicar la redacción de Alice porque detecta que hay una necesidad de hablar de lo que ocurrió. La respuesta es tajante: No toleraré ninguna insubordinación. No queremos revuelo.
¿Cree que la señora Chance [Martine] respetó a sus alumnos al ahorcarse en el aula?
Reunión tutor-padres de alumnos: Con los padres de Marie-Frédérique. Piensan que el profesor juzga a su hija y no escuchan. No tienen actitud de colaboración sino de defensa y ataque. ¿Rígida? Nuestra hija no es rígida, es fuerte. Usted no es de aquí,... [prejuicios]. Preferimos que se limite a enseñar no a educar a nuestra hija.
¿No ocurre a menudo lo contrario? Los adultos preguntan: ¿No te han enseñado en el colegio buenos modales? Generalmente se espera que en la escuela también se hagan cargo de la educación cívica. En este caso, los padres ponen un límite porque están juzgando mal al profesor. Están pensando: ¿Cómo va a enseñar un argelino normas de conducta, tradiciones y valores adecuados a nuestra hija?


Clase de teatro y la importancia de la expresión corporal. ¿Por qué los niños deberían aprender a representar? Vuelvo al libro de José Antonio Marina, El aprendizaje de la creatividad: para aprender a expresarse correctamente, educar la personalidad: fortalecer recursos cognitivos, emocionales y sociales, enriquecer sus experiencias mediante la actividad creadora; educar a ciudadanos, entrenar un conjunto muy amplio de habilidades: generación de ideas, esfuerzo para llegar al objetivo, el compromiso con la actividad, la responsabilidad de sacar adelante el proyecto, habilidades de comunicación; participación en la elaboración de un proyecto común, desarrollar el conocimiento de uno mismo y de su cuerpo; promover habilidades de comunicación, El uso total de la palabra para todos.


Hay también un tema importante en la película: la relación entre los docentes, la interdisciplinariedad. El viejo asunto de las asignaturas como compartimentos estanco. ¿Puede y debe un profesor de historia criticar el trabajo del compañero de matemáticas? ¿Se aceptan estas críticas o resultan molestas e inadecuadas?
Monsier Lazhar ofrece su opinión a Claire Lajoie sobre la obra que están ensayando del dr. Livingstone: ofrece una visión romántica de la época colonial.
Un discurso revelador el del profe de gimnasia: Le das una palmadita de ánimo y ya tienes juicio. Parece que tratamos con material radioactivo.
La directora concluye: Podemos ayudar a Simón o pasarle el problema a otros. Yo creo que ese niño aún es nuestro.
Los niños están sobreprotegidos y, al mismo tiempo, en una situación muy vulnerable porque en algunos casos los padres no les dedican prácticamente tiempo. Ciertamente, los profesores no pueden llenar el vacío de un padre o madre ausentes. Los profesores tienen un rol hasta cierto punto incompatible con el del tutor. Lo he hablado en alguna ocasión con profesores y maestros que han rechazado expresamente tener a sus hijos en clase.
También me doy cuenta cuando realizo actividades de refuerzo con mis hijas. La mayor rechaza mi rol como profesora de forma insistente. Ella piensa: mi madre puede ayudarme en las tareas porque conoce esta materia pero mi maestra es la que sabe de esto, la que me explica del modo adecuado cómo se hace esto.


La fábula del cordero y el lobo. El juego en el patio del rey de la montaña. La razón del más fuerte es siempre la mejor. Monsier Lazhar le pide a sus alumnos que redacten una fábula que tenga como tema la injusticia.


La condición de refugiado no puede compararse con la de un simple emigrante. No es lo mismo un exilio, vivir amenazado de muerte y sin documentos que desplazarte voluntariamente a otro país, vivir la experiencia de un cambio de residencia, etc.
Monsier Lazhar intenta explicárselo a Claire Lajoie. El exilio no está en el programa de estudios.
Pero eso es un viaje, al fín y al cabo, dice ella.
Creo que la réplica la expresa cuando le habla a los chicos de lo que significa un aula: un espacio de amistad, trabajo común y convivencia. No es un espacio para adoctrinar y descargar la pesada mochila que uno lleva a los niños que están empezando a descubrir el mundo. El profesor tiene que ser optimista y contagiar positividad: eliminar desidia, pesimismo, exceso de comodidad, rutina, miedo a la novedad, falta de interés, aburrimiento, pereza, depresión.

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