En los escarabajos, estos élitros ocultan unas finas alitas que pueden desplegarse y transportar al escarabajo por millas y millas en torpe vuelo. Aunque parezca extraño, el escarabajo Gregor no llega a descubrir que tiene alas bajo el caparazón de su espalda (ésta es una observación más que quiero que atesoréis toda vuestra vida. Algunos Gregorios, algunos Pedros y Juanes, no saben que tienen alas).
Curso de literatura europea, Nabokov
“También
al héroe de mi cuento le han ido hoy las cosas excesivamente mal”,
le contó Kafka a Felice en una carta del 23 de noviembre de aquel
año. Le acababa de advertir que el cuento le daría “un miedo
espeluznante”. El 24 insiste: “Mi amor, pero qué extremadamente
repulsiva es la historia que acabo de apartar a un lado para
recuperarme pensando en ti. Ha avanzado ya hasta un poco más de la
mitad, y en conjunto no estoy descontento de ella, pero en cuanto a
nauseabunda, lo es de un modo ilimitado, y cosas como esas, te das
cuenta, provienen del mismo corazón en el que tú habitas y toleras
como morada”.
Quiero
hablar de la fantasía, de la realidad, y de su interrelación. […]
Sobre La Metamorfosis de Kafka (1883-1924) que escribió en el otoño de 1912 y que relaciono con la persecución de los judíos en la Alemania Nazi (1932-1945)
Como si Kafka se hubiera podido anticipar a lo ocurrido dos décadas después.
Como si Kafka se hubiera podido anticipar a lo ocurrido dos décadas después.